Las doble vías se han convertido en un desafío de modernidad para Bolivia, entre 2006 y 2013, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) entregó las dobles vías Warnes – Montero de 23 kilómetros y Santa Cruz – Cotoca de 19 kilómetros.
Hasta 2020, se espera contar con 16 doble vías en el eje troncal de país (La Paz, Oruro, Cochabamba y Santa Cruz), que además forman parte de la integración bioceánica. Para ello se cuenta con un presupuesto de 1850 millones de dólares.
La primera de las 16 doble vías en ser entregada fue la carretera La Paz - Oruro, inaugurada el 2 de febrero de 2015.
De las 15 doble vías que deben terminarse hasta 2020, cuatro corresponden a la ruta entre Cochabamba y Oruro: Caracollo – Confital, Confital – Bombeo, Bombeo – Cruce Angostura, Cruce Angostura – Colomi. Otras seis corresponden a la ruta entre Cochabamba y Santa Cruz: Putintiti – Villa Tunari, Villa Tunari – Chimoré, Puente Chimoré- Puente Mariposas – Ivirgazama, Ivirgazama- Puente Mamorecito – Puente Ichilo, Puente Ichilo – Yapacaní, Yapacaní – Montero.
También están en la lista las carreteras Sacaba – Chiñata y Quillacollo – Suticollo de Cochabamba; y Río Seco – Huarina, Huarina – Achacachi y Huarina – Tiquina, en La Paz.
Los proyectos se financian con recursos provenientes de los bonos soberanos, otros financiados por el Estado a través de Organismos Financiadores Externos Multinacionales y el aporte de las gobernaciones correspondientes.
Para el Ingeniero Gonzalo Maldonado, presidente de Asieme (Asociación de Ingenieros Eméritos de Bolivia), si bien las doble vías del Corredor Bioceánico son importantes, lo que necesita Bolivia es establecer una política de transportes, “Bolivia debe integrarse primero como país articulador, se requiere definir proyectos que integren al país”, dijo Maldonado, e hizo énfasis en que los corredores bioceánico, amazónico y otros benefician más a los países vecinos que a Bolivia, “podrían ser una buena imagen de país para los vecinos a quienes lo que les interesa es su comercio exterior, y Bolivia sólo sería un país de paso, los vehículos lo único que van a hacer es comprar combustible". Mencionó que los proyectos tienen dificultades en la construcción, supervisión y fiscalización como los tramos Quillacollo – Suticollo y Sacaba – Chiñata, que tienen una demora de más de dos años.
Respecto a la construcción de un corredor ferroviario, Maldonado consideró que “previo a pensar en construir un Ferrocarril bioceánico, que beneficiara más a los países vecinos como Chile, Perú, Brasil y Argentina, Bolivia debe priorizar la “recuperación de la red ferroviaria concesionada y con licencia a Cruz Blanca, hoy Ferroviaria Andina y Ferroviaria del Oriente".
Prevención
Bolivia y Japón firmaron un acuerdo de cooperación y ejecución para tomar medidas preventivas de desastres para probar las destrezas técnicas de los ingenieros para trabajar en la carretera Cochabamba – Santa Cruz que tiene problemas de inestabilidad de terreno.
Sillar
El pasado 6 de julio, la ABC lanzó la convocatoria internacional para la construcción de la doble vía “El Sillar”, esta obra requiere una inversión aproximada de 3.037 millones de bolivianos. La obra deberá ser adjudicada a una empresa hasta el mes de agosto.
Puentes
Se construirán puentes en los ríos Madre de Dios y Beni, los más caudalosos de Bolivia.
El puente Beni II tendrá una longitud de 480 metros, cruzará el río Beni y por primera vez conectará a los departamentos de Beni y Pando por vía terrestre. La inversión será de 27.2 millones de dólares y demandará 34 meses.
Otro puente se construirá sobre el río Madre de Dios, tendrá una longitud de 580 metros; demandará una inversión de 42,2 millones de dólares, la construcción tardará 42 meses.
"Hasta 2020, el 100 por ciento de las rutas de la Red Vial Fundamental estarían pavimentadas."
Empresas nacionales
El gerente general de la Constructora Apolo de Santa Cruz, José Crespo, consideró que si bien hay una buena agenda de temas y la economía del país ha mejorado, las empresas constructoras nacionales tienen poca participación en los proyectos más importantes, “las empresas constructoras nacionales nos estamos quedando, estamos mirando pasar las obras y no estamos pudiendo participar”.
Crespo dijo que las licitaciones impulsadas por la ABC no se adaptan a la realidad de la economía de las empresas nacionales, y sus exigencias no pueden ser cumplidas, lo que las deja fuera de competencia frente a empresas extranjeras (chinas y brasileras entre otras), pese a contar con la maquinaria y tecnología necesaria para encarar este tipo de obras. “Prácticamente la economía del país a nivel de construcción está a cargo de las empresas extranjeras, pero no sólo eso, gran parte de las obras no se están haciendo, no se están concluyendo, en Santa Cruz por ejemplo, Montero - Yapacaní, una obra de cien millones de dólares que se adjudicó a una empresa mexicana y que después de una año está con menos del 5 por ciento de ejecución”. También mencionó el caso de la empresa brasilera OAS que dejó varias obras inconclusas en el país.
El gerente de la Constructora Apolo pidió a las autoridades que dejen participar a las constructoras nacionales, “no encontramos un receptor que quiera escucharnos de verdad y quiera solucionar y ayudarnos en este tema”, propuso la división y adjudicación de tramos a empresas nacionales lo que permitiría la reactivación y más trabajo para empresas bolivianas.
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