Hardeman-Colonia Piraí impulsa al agro del Norte Integrado

El Norte Integrado cruceño con la conclusión del tramo Hardeman-Colonia Piraí, logró que los 160 kilómetros de carretera de esa zona productiva cuenten en un 100% con asfalto, lo que potenciará al agro de aquella región.

Adhemar Rocabado, gerente regional Santa Cruz de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), remarcó que con esta obra se cierra el circuito de la vía al Norte Integrado ofreciendo al agro cruceño una carretera asfaltada y transitable de forma permanente.

Rocabado detalló que los 28,47 kilómetros que hay entre Hardeman y Colonia Piraí requirieron una inversión de $us 32,56 millones, crédito otorgado por la CAF, y que la obra fue concluida en tres años.
“Esta es una obra de vital importancia para los productores de caña, soya, maíz y para los dedicados a la actividad pecuaria”, dijo Rocabado.

Beneplácito
La carretera que será entregada hoy por autoridades del Gobierno fue aplaudida por los representantes del agro cruceño.
Federico Martínez, gerente de la Federación de Cañeros de Santa Cruz, sostuvo que este tipo de obras tienen un impacto directo en los costos de transporte, pues con una vía asfaltada se paga menos por el flete.

A su vez, Freddy García, titular de la Asociación Nacional de Productores de Maíz, Sorgo y Frejol, indicó que en los costos de producción el transporte demanda entre un 15 y un 10%, pero con una carretera asfaltada espera que se baje a la mitad.

“Tener caminos transitables en las zonas productivas es clave para el agro. Es bueno que el Gobierno tome en cuenta este aspecto”, subrayó García.
Marcelo Pantoja, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo, señaló que la infraestructura es una de los pilares para el sector, por lo que destacó la nueva obra.

Mientras que para Noemí Martínez, subalcaldesa de Hardeman, esta carretera representa una mejor calidad de vida y el no tener que tragar polvo cada vez que los camiones cargados con granos pasen por el pueblo.
“Antes de Montero a Haderman se tardaba cinco horas y si llovía no se sabía cuándo uno iba a llegar a su casa. Hoy tardamos dos horas y ya no nos embarramos empujando una moto o una vagoneta. Eso representanta la carretera”, precisó Martínez.