El trabajo comenzó en noviembre y concluiría en abril de 2017.
El especialista ambiental Medardo Paz señaló que esta actividad forma parte de las medidas ambientales contempladas en el proyecto de rehabilitación.
“Actualmente, la contratista trabaja en los lugares propensos tener erosión hídrica y desestabilización de suelos”, indicó al manifestar que –por estas razones– “se ha visto conveniente implementar esta tecnología innovadora para mitigar ambientalmente los suelos mediante la protección de taludes con mallas”.
Paz explicó que la empresa colocará de manera sucesiva bolsones de 20 x 40 cm compuestos por tierra, fertilizantes y semillas seleccionadas, adheridos a una malla debidamente fijada al talud. “Se espera un crecimiento rápido la cobertura vegetal para evitar erosiones y caídas de material a la plataforma”, agregó.
Mencionó que dicha tecnología favorecerá en el corto plazo, para conseguir una cubierta vegetal densa que sirve de barrera contra la lluvia y el escurrimiento superficial, favoreciendo de esta manera a la estabilización de los taludes y el paisajismo.
El ingeniero ambiental dijo que estas acciones ambientales que se ejecutan tanto en los proyectos de construcción y rehabilitación, no solo se enmarcan en los aspectos constructivos, sino hacen uso de tecnologías que minimizan y controlan los impactos ambientales.
El tramo entre Epizana y Puente Valle Hermoso se encuentra en el camino antiguo Santa Cruz – Cochabamba. Vincula a ambos departamentos y refuerza el corredor Bioceánico Este-Oeste que integra a Bolivia con Brasil, Chile y Perú.
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