Ayer, unos 100 trabajadores llegaron hasta la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) regional Chuquisaca para buscar una solución a su problema, pero les comunicaron que el asunto se debe arreglar con los representantes de la empresa.
El gerente regional de la ABC, Fernando Lenis, accedió a recibir a una comisión de trabajadores para informarles que la estatal de caminos no le debe nada a la empresa y que todas sus cuentas por el avance de obras están al día.
El representante de los trabajadores de la empresa Cruceña-Minerva, Ramiro Padilla, dijo que tuvieron que venir hasta Sucre para constatar si la ABC le debía algo a la empresa, porque en semanas pasadas los ejecutivos de la constructora les dijeron que les iban a cancelar sus salarios una vez lograran cobrar unas planillas de trabajo. Al final, todo se aclaró y no hay deuda pendiente con la empresa.
Esta información cayó mal a los trabajadores y ahora no saben a dónde recurrir. “Estamos desamparados”, manifestó Bladimir Valle, otro trabajador de Cruceña-Minerva que llegó hasta Sucre.
Valle contó que la situación de todos los trabajadores es “desesperante”. Están cinco meses sin recibir sueldo más un aguinaldo y no tienen con qué mantener a sus familias. Hay obreros que para mantenerse en el campamento deben trabajar de peones cavando papa, porque los créditos que tenían en las tiendas de Tomina y Corso, para su alimentación, se cerraron. “Ya nadie nos quiere fiar nada”, precisó.
El obrero también contó que no reciben ropa de trabajo, que desde noviembre de 2012 la empresa no aporta a la Administradora de Fondos de Pensiones y que no tienen ningún seguro de salud.
En este momento la situación es crítica porque no hay alimentación en el comedor; los que llevan la peor parte son los obreros que no son del lugar.
LE PUSIERON EL HOMBRO
Los trabajadores informaron que hasta el 22 de diciembre estuvieron trabajando de manera “normal”, aunque sin el pago de los salarios. Los ejecutivos les pidieron que “pongan el hombro” para salvar la situación y así lo hicieron, pero la empresa no cumplió con ellos.
Se trabajó de tal manera que se lograron asfaltar 12 kilómetros e imprimar la capa de rodadura casi en un 70%, pero no pueden aguantar más esta situación.
Valle dijo que en el campamento de Tomina hay una cantidad considerable de maquinaria y que la misma está en custodia para asegurarse el pago de sus salarios y todos los beneficios sociales.
Al conocer que no podían hacer nada con la ABC, los trabajadores decidieron demandar a la empresa para solucionar su problema.
El no pago de salarios a los trabajadores es un problema que arrastra la empresa desde el segundo semestre de 2013; en octubre de ese año reclamaron el pago de dos meses de sueldos, mientras que en mayo de 2014 se movilizaron para exigir la cancelación de cuatro meses de salarios.
LA ABC
Luego de sostener una reunión con representantes de los trabajadores de la empresa Cruceña-Minerva, el Gerente Regional de la ABC informó que el 30 de enero se cumplió el plazo para la construcción de la carretera asfaltada Zudáñez-Padilla de 68 kilómetros.
Dijo que hace dos semanas tuvieron una reunión con los ejecutivos de la empresa, que plantearon una ampliación de contrato, pero en este momento la estatal de caminos se encuentra analizando desde el punto de vista técnico y jurídico la posibilidad de extender el plazo o rescindir el contrato.
Lenis aseguró que una decisión sobre el asunto se conocerá la próxima semana, toda vez que se conoce que la contratista tiene una “iliquidez total”.
A decir del Gerente Regional, la obra tiene un avance físico del 36.28%, mientras que el financiero es de 57.93%. A la fecha, de los 68 kilómetros en construcción se tienen 12 kilómetros asfaltados y 46 kilómetros con imprimación listos para recibir la carpeta asfáltica.
La ABC y la empresa Cruceña-Minerva suscribieron el contrato para la construcción de la carretera Zudáñez – Padilla en enero de 2011, con un plazo de ejecución de 30 meses que debió cumplirse en agosto de 2013.
Inicio de obra
La obra inició en enero de 2011 y debió estar concluida después de 30 meses, según el contrato, pero después de cuatro años el proyecto sólo registra un avance físico del 36.28% y un avance financiero del 57.93%.
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