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Tuesday, November 20, 2018

El cambio climático genera un fuerte desafío para el sostenimiento de la infraestructura vial en Bolivia y la región

Se calcula que aproximadamente un 25% de las pérdidas por desastres naturales en la región son asumidas por el sector transporte.CAF –banco de desarrollo de América Latina- propone una serie de medidas de adaptación a corto, medio y largo plazo para contrarrestar y prevenir los efectos adversos sobre las carreteras.

(La Paz, 20 de noviembre de 2018) Con el propósito de promover buenas prácticas para adaptar las carreteras a los fenómenos climáticos en América Latina, CAF –banco de desarrollo de América Latina- esta mañana ha presentado en La Paz la Guía de buenas prácticas para la adaptación de las carreteras al clima, en un taller que contó con la presencia del ministro de Obras Públicas Servicios y Vivienda, Milton Claros, y Luis Sanchez Gomez, presidente ejecutivo de ABC, además de otras autoridades nacionales del sector.
Durante la inauguración del taller, Gladis Genua, representante de CAF en Bolivia dio la bienvenida a las autoridades y expertos asistentes, en especial a Elena de la Peña, Subdirectora General Técnica, Asoc. Española de la Carretera (AEC), quien llegó al país para presentar el documento. Ejecutivos de las áreas técnicas de CAF se encargaron de abordar temas relativos al accionar de la Institución como: la apuesta por la adaptación de la infraestructura a la variabilidad y cambio climático y medidas específicas para la construcción de carreteras más resilientes en Bolivia.

La principal ejecutiva de CAF explicó que, con el propósito de identificar la vulnerabilidad de la región al cambio climático se trabajó en una investigación en 33 países de la región que nos permitió medir cuán vulnerables son nuestros países a los efectos del cambio climático. En ese sentido Bolivia por su condición geográfica, tiene un elevado índice de vulnerabilidad a los efectos del clima y por ende las inversiones que se realizan en el país deben tomar en cuenta estos elementos tanto en su diseño como en su conservación.

“Por esta razón para nosotros es muy importante presentar esta Guía que reúne las mejores prácticas internacionales para que las carreteras sean más resilientes y puedan adaptarse y resistir al cambio de clima, y ser sostenibles y durables en el tiempo, haciendo eficiente la inversión que está haciendo el Gobierno en infraestructura para mejorar la calidad de vida de la gente”, manifestó.

A su turno, el ministro de Obras Públicas, Milton Claros, agradeció el apoyo de CAF y ponderó el trabajo conjunto que se realiza. Destacó la importancia de la Guía, como una herramienta actualizada que permite mejorar las condiciones y la calidad de las obras viales, más aún en la actual gestión de Gobierno que –según explicó- está realizando inversiones históricas para la construcción de carreteras de integración interna y externa, que beneficiarán tanto al país como a la región.

De acuerdo a Peña, la Guía–que aplica tanto a las carreteras de nueva construcción como a la red vial en servicio- propone, más allá de la mitigación, una visión innovadora sobre la adaptación a corto, medio y largo plazo e incluye herramientas de gestión ambiental, planificación y gestión del riesgo originado en la variabilidad y cambio climático.

“Para tener carreteras seguras y resilientes al clima, será imprescindible definir en los próximos años estrategias transversales que permitan adaptar nuestras infraestructuras al clima durante todo su ciclo de vida, y promover el uso de buenas prácticas en los proyectos de carreteras”, explicó la experta.

De acuerdo a este documento, entre los países de América Latina y el Caribe la situación es heterogénea. Mientras algunos han comenzado a desarrollar planes de adaptación, otros se encuentran en fases muy incipientes; sin embargo la mayoría reconoce la necesidad de actuar en este ámbito.

Según la Guía, Bolivia cuenta con legislación en materia de cambio climático, además dispone de una estrategia para el cambio climático; pero no ha diseñado estrategias específicas en infraestructura y carreteras y aún se encuentra en un estado muy incipiente en cuanto al desarrollo de acciones concretas de adaptación de carreteras al clima.

La Guía de buenas prácticas plantea un procedimiento de trabajo basado en una serie de escalones para disponer de carreteras resilientes al clima y seguras para el transporte de personas y mercancías, para ello los ejecutivos de CAF explicaron que será clave desarrollar: 1) un compromiso institucional para garantizar que los gobiernos estén preparados para liderar el cambio conceptual que inevitablemente debe producirse. 2) generar planes específicos de adaptación de las carreteras al clima. 3) crear un entorno colaborativo de trabajo por la adaptación al clima, que incluya al sector público y privado, academia, medios de comunicación y sociedad en su conjunto y finalmente 4) implantación y monitoreo de medidas de adaptación al clima.

Aproximadamente un 25% de las pérdidas por desastres naturales en la región son asumidas por el sector transporte. El impacto económico total de los daños causados por el cambio climático sobre la infraestructura vial en la región es altísimo. Por ejemplo, se estima que el efecto del fenómeno El Niño en el año 1997 supuso un impacto de 1.700 millones de dólares en el transporte de América Latina.

Como principal financiador de la Red Vial Fundamental de Bolivia, CAF considera que es muy importante promover la adaptación de las carreteras a la variabilidad y cambio climáticos, cuyo objetivo es prever los efectos adversos del clima y tomar las medidas adecuadas para evitar o minimizar los daños que puedan causar para reducir costos futuros y maximizar la rentabilidad de las inversiones en infraestructura vial.




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